martes, 22 de marzo de 2011

Claroscuro.

Estoy enamorado de una fogosa mirada que se pierde en grandes bosques
de insomnio.
Cada pétalo, cada suspiro forma parte del espiral somnoliento en el que voy lentamente ascendiendo.
Pero las flores nocturnas se incendiaron con fuego azul y hoy como en el porvenir fui y seré solo pavor. Por ti, por las horas que dejaste y los templos que sangraste en las manos de la triste y cruel fortuna
Ho gran compañera de cruces dobladas y torcido final .
Este es mi vaticinio, mi sangriento augurio.
Claudia Ascencio López.

No hay comentarios:

Publicar un comentario