Renuncio a la vida de paz, me redimo al misterio.
Pasaran mil noches, cada una mas fría que la anterior, envuelto en capullos de odio y enigmas, buscando lo que pocos pudieron encontrar, expandiendo con furia el espiral.
Como si negar a Dios fuera suficiente ! como si asentarme o buscar la calma fuera una opción.
No, mis caminos están rodeados de quimeras que custodian grandes abismos de ensueño y delirio. Llegare donde nadie pudo llegar, abrazare lo absoluto con mis manos y ni el dolor ni este cuerpo humano detestable me lo podrá impedir.
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