Cuanto añoro los tiempos pasados
ese ojo que miraba todo
el puente gris , el metal de tu boca
la saliva tibia
y ese cielo negro.

cuanto extraño
cuanto extraño no ver el tiempo pasar
las montañas de rojo otoñal
y ese frió en el hueso
cuanto añoro y maldigo
el merecerlo todo
haber negado mi mano
caminando solo

cuanto extraño el volverme humo
y salir de tu boca

y me he vuelto humo
junto a la extrañeza.

Mi mundo se tornó barro
junto al fuego de mis manos
y el color carbon de mis uñas

poesía seca y lejana
que baila sobre el viento junto al polvo
que recuerda tibios y olvidados susurros

Escatología

Cercanos al final, pareciera que toda búsqueda quedo incompleta
La miseria que sostiene nuestros pasos, el vació del hombre y sus búsquedas inútiles, incompletas.
El camino tan gris como monótono y nuestros cuerpos que se desplazan en círculos con un yugo, una carga, un peso infernal que se propaga en la vibración del universo
Tarde o temprano dejaremos de luchar, y habremos sido simple poesía y ruido.

El cosmos me brindó la cálida nostalgia, el furor descontrolado
la violenta vertiente del subconsciente
los paraísos de cemento y cal
la herida eterna de un alma perdida
el frió visceral
los halos de luz y neón
y un día gris
un día gris.

Reflexión mediocre.

Impotencia frente a este mundo que avanza y no quiere parar.
Frente a la gente que me desprecia con la mirada.
Quedamos pocos, en los rincones de las fiestas con la cabeza baja y el rostro nublado, en la periferia de la sociedad, solos. Porque la desigualdad ya no solo es por dinero si no por las ideas, la subjetividad lo re planteo todo.
Ahora solo debes ser parte de algo, si no lo estas simplemente no eres nadie.